Por Genevra Pittman
NUEVA YORK (Reuters Health) - Los pacientes a los que se les realiza un bypass para mejorar el flujo sanguíneo al corazón son más propensos a tener un accidente cerebrovascular (ACV) que aquellos a los que se les coloca un stent.
Un equipo revisó 19 estudios sobre un total de casi 11.000 pacientes con arterias obstruidas y que, al azar, se les realizó un bypass o se les colocó un stent para reabrir vasos obstruidos.
Los datos demostraron que los pacientes con un bypass eran tres veces más propensos a sufrir un ACV mientras se recuperaban de la cirugía que el grupo tratado con stents.
"Hay algunos pacientes con enfermedad coronaria en los que claramente la angioplastia es el enfoque adecuado y menos invasivo", opinó el doctor Gregg Stone, del Centro Médico de Columbia University, Nueva York. "Hay otros pacientes en los que (la lesión) es tan grande que la mejor indicación es la cirugía", agregó.
Pero en por lo menos la mitad de los pacientes cardíacos, según dijo Stone, el bypass y un stent son opciones válidas. Y en esos casos, el riesgo de sufrir un ACV es un factor importante para tener en cuenta.
"Es algo que influiría en la decisión del médico y del paciente", indicó. "La mayoría de los pacientes preferirían morir a tener un ACV", afirmó.
La Asociación Estadounidense del Corazón estima que anualmente 800.000 estadounidenses sufren un ACV.
Los 19 estudios analizados incluían pacientes de 60 años; la mayoría eran hombres.
Al mes de la intervención, 12 de cada 1.000 pacientes tratados con un bypass tuvieron un ACV, comparado con tres o cuatro de cada 1.000 tratados con un stent.
Esto quiere decir que a 155 pacientes cardíacos se les tendría que colocar un stent en lugar de hacerles un bypass para prevenir un ACV, publica el equipo de Stone en Journal of the American College of Cardiology.
Al año, el último control realizado, se habían producido más ACV en el grupo tratado con un bypass que en los pacientes tratados con stents.
Stone y otros investigadores no pudieron considerar los efectos posibles de los factores de riesgo tradicionales del ACV, como la diabetes. Tampoco tuvieron información de cuántos pacientes de los estudios murieron por los ACV.
Aun así, Stone opinó que las variaciones de la presión durante el bypass y una abrazadera que se coloca en los vasos que rodean el corazón podrían aumentar la posibilidad de que se obstruya el flujo de sangre al cerebro.
En general, dijo, "la manipulación del corazón es mayor" durante la cirugía de bypass.
Stone y uno de sus coautores declararon ofrecer servicios de consultoría y otras relaciones económicas con empresas que producen los stents, como Medtronic y Boston Scientific.
El período de mayor riesgo de sufrir un ACV después de un bypass son las 24 o 48 horas posteriores a la cirugía, según indicó el doctor Farzan Filsoufi, cirujano cardíaco del Centro Médico Mount Sinai, Nueva York, y que no participó del estudio.
Luego, si los pacientes tienen un ACV, explicó que sería más una cuestión de factores de riesgo que de la cirugía.
Agregó que la actualización de la tecnología permitió que los investigadores disminuyeran en los últimos años el riesgo de tener un ACV durante o inmediatamente después de un bypass.
Dijo que todavía es más alto el riesgo al colocar un stent, aunque los pacientes que optan por el stent son más propensos a necesitar un segundo stent. "Esa es básicamente la diferencia", resumió Filsoufi.
FUENTE: Journal of the American College of Cardiology, online 20 de agosto del 2012
Influría en la toma de decisiones
Más ACV después de by pass que de una angioplastia
Los pacientes con un bypass eran tres veces más propensos a sufrir un ACV mientras se recuperaban de la cirugía que el grupo tratado con stents.